Con la bajada de las temperaturas inevitablemente los que acabamos de ser padres o madres comenzamos a hacernos la gran pregunta: ¿cómo abrigar a un bebé recién nacido en otoño? Lo cierto es que si somos sinceros, el tema de la ropa siempre nos preocupa. En verano por el calor y en invierno por el frío. ¡Siempre nos asaltan las dudas! Pues bien, desde Micolino queremos echarte una mano con algunos consejos a tener en cuenta para saber cómo abrigar a un bebé recién nacido en otoño.
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Tips para saber cómo abrigar a un bebé recién nacido en otoño
A la hora de vestir a un recién nacido nos asaltan miles de preguntas, sin embargo el mejor consejo es respirar y aplicar sentido común. Sigue leyendo este blog para descubrir algunas pautas fáciles y sencillas que conseguirán que dejes de preocuparte por el tema de la vestimenta para siempre.
- No seamos exagerados. Que sean recién nacidos no quiere decir que tengamos que vestirlos siempre como si fueran a la nieve. Hay que ser sensatos y aunque nuestra obligación es velar por su bienestar y protegerlos, esto no nos debe llevar a agobiarlos con capas y capas de ropa porque podemos provocar justo el efecto contrario y perjudicarles. ¿Habéis oído hablar de la febricula? Se trata de generar en el menor una temperatura superior a la media simplemente por ir demasiado abrigado.
- Sistema de termorregulación diferente. Los bebés de uno a tres meses aún no tienen un funcionamiento correcto de su sistema de termorregulación. Al no tener apenas grasa ni moverse no generan calor. Esta realidad es la que nos obsesiona a la hora de querer que el recién nacido no pase frío.
- Regla de oro: una capa más que tú. Lo más recomendable para no equivocarse a la hora de saber cómo abrigar a un bebé recién nacido en otoño es ponerle una capa más que la que nosotros llevamos. Es la forma más rápida y fácil para acertar siempre cuando vestimos a los más pequeñitos de la familia. Por ejemplo, si tú llevas una camisa, un jersey y una chaqueta a tu pequeño podrías vestirlo con un body, una camiseta, un chaleco y un abrigo o una manta que lo resguarde del frío.
- Revisa su temperatura corporal. Asimismo, no hay leyes exactas. Cada niño o niña es un mundo. De ahí que te recomendemos que midas su temperatura corporal pasando un dedo por su cuello o poniendo la mano en su frente para percibir si están calientes o, por el contrario, están sudando y entonces debemos quitarle alguna prenda demás.
- ¿Va en el cochecito de paseo? Otro aspecto a considerar es que si el bebé va en el coche de paseo no va a percibir el mismo frío que tú que vas caminando. Tenlo en cuenta. Comprueba su temperatura y, por favor, evita el uso de las fundas de plástico salvo para los momentos en los que te sorprenda la lluvia. Este tipo de elementos producen un “efecto invernadero” en el interior del cochecito que no beneficia al bebé.
- Todo cambia a los tres meses. Una vez que el recién nacido cumple los tres meses de edad ya ha adquirido grasa corporal, lo cual provoca que mantengan mejor la temperatura. Por tanto necesitarán menos ropa, pero tampoco mucha menos. Conforme tu bebé vaya creciendo irás comprendiendo mejor sus necesidades. Ten paciencia y no seas demasiado exigente contigo. Nadie nace aprendido.
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Fuente: Bebés y más